martes, 5 de mayo de 2015

ENSEÑANZAS SUBLIMES DE GANDHI





Cuenta la anécdota, que una madre llevó a su hijo de seis años a casa de Mahatma Gandhi.

Ella le suplicó:

- Se lo ruego, Mahatma, dígale a mi hijo que no coma más azúcar.
- Es diabético y arriesga su vida haciéndolo.
- A mí ya no me hace caso y sufro por él.

Gandhi reflexionó y dijo:

- Lo siento señora.
- Ahora no puedo hacerlo.
- Traiga a su hijo dentro de quince días.

Sorprendida la mujer le dio las gracias y le prometió que haría lo que le había pedido. Quince días después, volvió con su hijo. Ghandi miró al muchacho a los ojos creando una gran conexión y le dijo:

- Chico, deje de comer azúcar.

Agradecida, pero extrañada, la madre preguntó:

- ¿Por qué me pidió que lo trajera dos semanas después?
- Podía haberle dicho lo mismo la primera vez que vino.

Gandhi respondió:

- Hace quince días, yo comía azúcar.


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